La tercera victoria de la Selección Nacional Femenil de México durante el año, llegó plagada de un sin fin de goles y generó bastantes comentarios positivos con lo abrumador del resultado. Sin embargo, deja aún algunas cuestiones para seguir mejorando y prestar atención más adelante. Esto fueron algunas claves del partido.
Los primeros minutos
Para el comienzo del juego, México se adueñó del balón, pero no podía llegar con claridad al arco rival, en parte por la cantidad de faltas que hubo de ambos equipos, casi al menos una por minuto y además, por la imposibilidad de conseguir más asociaciones pasando el mediocampo. Después, tras el gol de Bonsegundo, la intensidad del juego en cuanto a duelos cuerpo a cuerpo y de nuevo las faltas, provocó más inestabilidad para poder controlar y encontrar descuento en el marcador.
En cuanto a problemas de salida, Argentina se fue colocando en bloque medio sin necesidad de presionar como en los lapsos iniciales. La defensa central pudo tener conducciones libres hasta media cancha, pero no pudo encontrar a alguien más para fluir y organizar que no fuera Nancy Antonio. Mientras que sus laterales buscaban generar espacios a lo ancho del campo.
Una constante para recuperar: Presionar
La mejor herramienta de este equipo es provocar fallas del primer tercio rival. A Argentina le costó superar la presión realizada por Sánchez, Delgadillo, Alison y Mayor, una de las constantes del equipo mexicano al ir por la poseedora cercana previo al pase y evitar la recepción siguiente.
Precisamente las situaciones importantes del equipo nacen de esa virtud en comparación a las posesiones.
Muchos goles, pero ¿replicables?
Durante el primer tiempo, la instrucción del equipo fue jugar por izquierda, por eso se dan las interacciones entre López y Sánchez pero, Argentina buscó defenderse con la mayor cantidad de jugadoras en zona. En la jugada previa al gol del empate. María busca sacar ventaja ante dos jugadoras para centrar, en el segundo tanto consigue una gran jugada gracias a su que regate le crea ventaja. Es justo el punto donde México tuvo más diferencia: la calidad.
En la segunda parte, se podría decir que México finiquitó el partido tras el 3-1. Un desmarque al espacio de Alison González fue la primer amenaza, en la siguiente jugada fue Joseline Montoya quien asistió para la mencionada delantera. Por lo que las demás anotaciones son casi circunstanciales: un error de la arquera, un rebote ganado tras intento de despeje y el penal que aprovechó.
Eso sí, la regulación emocional en la parte más caótica del juego provocó llevar a buen puerto ese primer tiempo, más una gran capacidad de respuesta previo al final del mismo. Con ello, Vergara da instrucciones de ceder en su momento y anotar a su manera (desmarques), con esa ventaja en el marcador puede tener sustituciones sin necesidad de variar el esquema. Jugaron Daniela Espinosa, Kiana Palacios, Alexia Delgado, Cinthia Peraza, Anika Rodríguez y el mejor revulsivo: Joseline Montoya, quién junto a Sánchez le dio más balance al juego exterior, más amenaza para atacar y fomenta tener no solo un lado fuerte, su entrada ayudó al resultado.
Recuerda que en @TheFemaleStats tendremos estadísticas de este encuentro y de los disputados en la era de Mónica Vergara, sumado a más datos de la Liga BBVA MX Femenil.
Foto de portada: @Miseleccionfem